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jueves, 16 de enero de 2014

La literatura española y los dispositivos ópticos

En su apasionante trabajo Tecnología, espectáculo, literatura. Dispositivos ópticos en las letras españolas de los siglos XVIII y XIX, Luis Miguel Fernández realiza primero un insospechado recorrido por el influjo que el uso de estos artefactos han ido dejando en la literatura incluso antes de la época de que se ocupa, pues el autor se retrotrae décadas atrás para incluir algunos textos de Sor Juan Inés de la Cruz, del Diablo Cojuelo de Velez de Guevara, El Bernardo de Bernardo de Balbuena, y ya en el XVIII la Óptica del Cortejo (1774) de Manuel Ramírez de Góngora, los Sainetes de Torres Villarroel, algunos discursos del Teatro crítico de Feijoo y algunas cartas de Cadalso, por citar los más conocidos. Por allí desfilan, espejos, vidrios, anteojos, linternas mágicas, mundo nuevos o totilimundis -titirimundi, se les dice en Cádiz- y diversas cajas ópticas, que cederán su paso en el XIX a otros dispositivos y espectáculos visuales basados en estas nuevas tecnologías como los teatros pintorescos, fantasmagorías, dioramas, cosmoramas, panoramas, entre los más frecuentes.
Como he explicado en un artículo, la prensa periódica de estas fechas está igualmente repleta de referencias tanto a los dispositivos como a esas diversiones que tanto satisfacía el ansia de novedad del siglo XIX.
Y eso puede comprobarse en muchas versiones del mito del Don Juan, particularmente en la de Zorrilla, cuya representación escénica evidencia bastante influencia no solo del teatro de magia popular sino también de este tipo de espectáculos ópticos.
           Curiosamente, una de las fantasmagorías más populares en la España contemporánea  tiene su origen en las Noches lúgubres de Cadalso, donde su protagonista Tediato está obsesionado por desenterrar a su amada muerta, y es que tampoco hay tanta diferencia entre lo que entretenía y apasionaba a los hombres y mujeres de hace doscientos años y lo que consigue distraernos hoy -salvando eso sí, las distancias tecnológicas.
Linternas mágicas Lapierre

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