Translate

Mostrando entradas con la etiqueta creación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta creación. Mostrar todas las entradas

martes, 8 de enero de 2013

«El libro infinito». Origen y sentido del blog

          Aunque este espacio está abierto a la literatura en general, en la selección de los textos primará la idea de que las obras literarias conforman un libro infinito de creaciones que dialogan entre sí, que se interrogan, discuten y replican a través de los tiempos. 


          Lógicamente, los temas sobre los que versa este diálogo infinito son muchos y entre ellos me ha interesado particularmente el de la reflexión sobre el propio proceso creador y sobre el propio acto de contar; por eso también cobran particular relieve los personajes que cuentan historias, especialmente si, como en el caso Sherezade, contar es vivir.
           La idea es llegar a construir un hipertexto que permita enlazar todos estas obras, aunque de momento en un blog de este tipo no pueda realizarse la conexión ideal entre ellos. Por eso, este es un banco de pruebas que permitirá construir más adelante ese hipertexto.

viernes, 4 de enero de 2013

La Rima IV de Béquer y la creación poética

           Cuando se comentan las Rimas de Bécquer, suele distinguirse un primer grupo conformado por las once primeras, en las que el autor aborda el tema de la poesía, de su creación, de su origen. Efectivamente, esta rima IV es en sí misma metapoesía, pues utiliza el poema para ilustrar las diversas fuentes de poeticidad, el múltiple origen de la inspiración.

«Rima»

No digáis que, agotado su tesoro, 
de asuntos falta, enmudeció la lira; 
podrá no haber poetas; pero siempre 
habrá poesía. 
Mientras las ondas de la luz al beso 

palpiten encendidas, 

mientras el sol las desgarradas nubes 

de fuego y oro vista, 
mientras el aire en su regazo lleve 
perfumes y armonías, 
mientras haya en el mundo primavera, 
¡habrá poesía! 

Mientras la ciencia a descubrir no alcance 

las fuentes de la vida, 

y en el mar o en el cielo haya un abismo 

que al cálculo resista, 
mientras la humanidad siempre avanzando 
no sepa a dó camina, 
mientras haya un misterio para el hombre, 
¡habrá poesía! 

Mientras se sienta que se ríe el alma, 

sin que los labios rían; 

mientras se llore, sin que el llanto acuda 

a nublar la pupila; 
mientras el corazón y la cabeza 
batallando prosigan, 
mientras haya esperanzas y recuerdos, 
¡habrá poesía! 

Mientras haya unos ojos que reflejen 

los ojos que los miran, 

mientras responda el labio suspirando 

al labio que suspira, 
mientras sentirse puedan en un beso 
dos almas confundidas, 
mientras exista una mujer hermosa, 
¡habrá poesía!


          Así, la poesía aparece independiente de su creador, porque aquí no se contempla la poesía como el producto de la creación poética, sino como la fuente de la que puede manar. Bécquer quiere convencernos de que si la obra no surge no es por falta de motivos inspiradores, sino de creadores que sepan descubrirla y convertir esas posibilidades en acto, esas virtualidades en realidad, en poesía.
           El origen del posible entusiasmo creador es, como decía, múltiple y se encuentran en las maravillas de la naturaleza, en los misterios que se resisten a la razón, en la complejidad del sentimiento y en el amor y la belleza, porque aquí, como en la rima XXIV, aparece de nuevo el motivo del «beso de las almas».
          En fin, desde el punto de vista de Bécquer, el verdadero poeta es aquel capaz de descubrir a los ojos de los demás el misterio que se oculta a la mirada del resto de los hombres, aquel ser sobrehumano cuya inspiración divina le permite sacar a la luz la magia que encierra el universo. Esa es la misión semidivina del poeta, tal como se interpretaba en el Romanticismo y muy particularmente entre los románticos alemanes.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Hipertexto. Algunas definiciones

Habrá que empezar por definir qué entendemos por hipertexto. Para ello, por su incidencia en el lector y el proceso de lectura, partimos de la definición que hace Jaime Alejandro Rodríguez, que considera el hipertexto «un texto electrónico predispuesto a multitud de enlaces y conexiones con otros textos, donde el trayecto o recorrido de lectura está liberado a los propios intereses del lector de turno». A su vez recuerda la definición de George P. Landou, para quien el hipertexto es un tipo de texto electrónico no secuencial, constituido por una serie de bloques conectados entre sí por nexos. Estos nexos pueden conectar no sólo bloques internos, sino textos externos, lo que, de un lado, facilita distintos itinerarios  para el usuario y, de otro, amplia la capacidad de exploración del contexto. A esa característica habría que agregar la posibilidad del lector de interactuar y  modificar el texto, ya sea añadiendo nuevos nexos, ya sea agregando nuevos bloques.           El hipertexto puede definirse, pues, como un «proceso de lectura. Un proceso creado por el lector gracias a las posibilidades combinatorias que le pone al alcance el soporte electrónico que lo produce». En este sentido, conviene recordar que la estructura hipertextual puede influir tanto en el proceso creativo como en el de la lectura. (Borrás Castanyer, 2005).

viernes, 25 de noviembre de 2011

Juan Valera. El misterio de la creación poética

Como afirma Juan Valera en el artículo titulado «Estética», que escribió para el Diccionario enciclopédico hispano-americano.el poeta, para realizar su misión semidivina, debe contar con un poderoso auxiliar, una criatura superior cuyos poderes maravillosos lo ayuden a descorrer el velo misterioso de la creación; ese auxiliar mágico es sin duda el estro:



Aunque el artista puede ser reflexivo y crítico y razonador, analizando todas sus facultades, apreciando sus obras, y aun examinándolas fríamente, es indudable que impulsado por el estro, y exaltado por el amor, crea cada obra, en lo esencial, de modo tan espontáneo, que es o parece inconsciente, como si no la hiciese él, sino un Dios, un numen, la Musa, otro ser superior que en él asiste, y cuya asistencia se llama entusiasmo, así como la idea, o la esencial [sic] de la obra que este numen sugiere, se llama inspiración.

Sin inspiración y sin entusiasmo no se concibe que haya artista; pero puede haberle sin grande reflexión y crítica, o quedando su crítica y su reflexiva inteligencia de la obra que hace muy por bajo de la inspiración con que la hace.

El cuento El Hechicero plasma muy bien esta imaginería sobre la creación mágica que sostiene al artista.