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martes, 19 de marzo de 2013

La doncella Diana, de «El perro del Hortelano»

Como en este blog tengo una especial predilección por las doncellas, no podría dejar de ocuparme de Diana, la joven, hermosa, altiva y colérica condesa de Bellflor. A la Diana creada por el fecundo y magistral Félix Lope de Vega no le hace falta ser sorprendida junto a sus ninfas en el baño, para perseguir colérica al osado entrometido. 


Diana y Acteón. Tiziano 1559.
          
      Por el contrario, le sobra con pensar que el que cree intruso haya irrumpido su privacidad, adentrándose en su recinto doméstico, con nocturnidad y alevosía «casi en mi propio aposento». Su enfado es tal que no duda en burlarse de Fabio, su gentilhombre: «¡Hermosas dueñas / sois los hombre de mi casa!». 
           Sus ninfas ––damas, en este caso–– son conscientes de lo caro que hace pagar cualquier deslealtad. 

Diana y las ninfas. Domenichino. 1616

           Una de ellas, Marcela, confiesa a su enamorado Teodoro el temor de ser descubierta:
Todo lo sabe en efeto;
que si es Diana la luna,
                 siempre a quien ama importuna,
                                salió  y vio nuestro secreto (vv. 911-914).

Efectivamente, Diana es la dueña de su reino y su voluntad se impone por encima de cualquier otra. Como la Artemisa griega, con la que suele identificársele, su naturaleza es indómita y feroz, por eso se nos aparece como independiente de cualquier voluntad masculina y decidida a castigar toda osadía. Su comportamiento es en este sentido absolutamente varonil. 
           No obstante, los jóvenes nobles que la rodean no están dispuestos a consentir tal conducta y menos aún la de un criado que se ha atrevido a enamorar a esta dama marcial. En este sentido, dispondrán lo necesario para restañar el honor mancillado, contratando a un valiente que acabe con la vida del osado arribista.
                Mientras, Diana, aun sin querer confesárselo está dispuesta a admitir el matrimonio, aunque no logra decidirse por alguien que es inferior a ella. Una argucia  farsesca permitirá solventar el feliz desenlace. 

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