La vida de un publicista culto y con éxito, tanto en su vida familiar como laboral, sufre un cortocircuito cuando su mujer le pide que se busque un amante, si quiere mantener su relación conyugal. Esta insólita propuesta tiene su paralelo en el encargo que le hace su jefe de alimentar el Facebook de un terrorista antisistema, Urdazi, que amenaza a políticos y empresarios.
En un mundo donde todo se mide por la apariencia, y donde todo se quiere y se consume de manera urgente, el protagonista, acostumbrado a conocer y fomentar los deseos de la gente, acepta el encargo de su jefe sin cuestionarse demasiado la dimensión moral. Cuestión diferente es responder al reto de su mujer, pues no sabe hasta qué punto se trata de una trampa.
A lo largo de la novela el lector acompaña durante toda la jornada al protagonista desde su casa al ginmasio y luego a la oficina para asistir luego a una fiesta nocturna donde tiene la oportunidad de flirtear con su distante compañera de trabajo. La novela se cierra con la vuelta al hogar, donde están la esposa y el hijo, sin que podamos asegurar si, después de haberse cuestionado la vida que lleva, algo ha cambiado para el protagonista después de esta vivencia.
Las redes sociales, el whatsapp, y las tecnologías digitales condicionan ese periplo vital en el que no parece haber un resquicio de libertad ni siquiera para disfrutar de cualquier actividad que no sea pensada para ser compartida en la red, incluidos la cultura, el sexo o el amor.
En un mundo donde todo se mide por la apariencia, y donde todo se quiere y se consume de manera urgente, el protagonista, acostumbrado a conocer y fomentar los deseos de la gente, acepta el encargo de su jefe sin cuestionarse demasiado la dimensión moral. Cuestión diferente es responder al reto de su mujer, pues no sabe hasta qué punto se trata de una trampa.
A lo largo de la novela el lector acompaña durante toda la jornada al protagonista desde su casa al ginmasio y luego a la oficina para asistir luego a una fiesta nocturna donde tiene la oportunidad de flirtear con su distante compañera de trabajo. La novela se cierra con la vuelta al hogar, donde están la esposa y el hijo, sin que podamos asegurar si, después de haberse cuestionado la vida que lleva, algo ha cambiado para el protagonista después de esta vivencia.
Las redes sociales, el whatsapp, y las tecnologías digitales condicionan ese periplo vital en el que no parece haber un resquicio de libertad ni siquiera para disfrutar de cualquier actividad que no sea pensada para ser compartida en la red, incluidos la cultura, el sexo o el amor.
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