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domingo, 5 de junio de 2022

Oculta a todo ojo profano. Cecilia Böhl Larrea, «Fernán Caballero»

 Hasta el día 26 de junio en el Museo de Cádiz, en Plaza de Mina, se muestra la exposición dirigida a desvelar a la persona y a la escritora que se ocultó bajo el seudónimo de «Fernán Caballero». Su deseo de desviar la atención de la opinión pública de su persona, para no sentirse como un animal en exhibición, pero, sobre todo, para que su obra fuera juzgada por su calidad literaria y no por la condición femenina de la autora.

    Pero, de ese deseo de pasar desapercibida, de querer ampararse en el incógnito, de ocultarse de miradas y juicios indiscretos, ha resultado que su nombre haya quedado si no olvidado sí lejos del interés del público lector. También ha dado lugar a que tanto su persona como su obra hayan sido fuente de errores y confusión.  

    Esta exposición invita al público a redescubrir a Cecilia Böhl Larrea y su literatura, a través de 15 paneles en los que se explica el contexto en que la autora vivió y creó. Su nacimiento en Morges, Suiza, la condición burguesa de su familia, afincada en el Cádiz cosmopolita del siglo XVIII, enclave crucial para el comercio con América desde que la Casa de Contratación se trasladara desde Sevilla en 1717 y, por este motivo, destino de numerosos comerciantes extranjeros y de otros lugares de España, como los Böhl o los Larrea. Se abre al horizonte europeo que cambiaba al ritmo que el vapor y otros avances técnicos reducían sus distancias, gracias a los trenes y barcos, y favorecían la rapidez con que circulaban las noticias; un mundo que parecía caber en las páginas de un libro o una revista ilustrada con litografías y grabados al daguerrotipo y en las imágenes de espectáculos ópticos como los panoramas, dioramas y cuadros vivos.

    Cecilia recorrería varias veces Europa en su infancia y primera juventud, de Morges a Hamburgo y de allí a Chiclana y Cádiz. Sus tres matrimonios volvieron a significar nuevos viajes. Primero con Antonio Planells, un militar que la llevó a Puerto Rico, luego con otro militar, de familia aristocrática, Francisco Ruiz del Arco, marqués de Arco Hermoso, que la llevó a Sevilla, donde la pareja abrió una tertulia a jóvenes artistas, y también a Dos Hermanas, donde conoció el mundo rural andaluz. El tercero, un joven de Ronda, amante de la pintura, Antonio Arrom de Ayala, con el que vivió en Jerez y El Puerto de  Santa María y que la animó a publicar.

    Pero la exposición pretende descubrir también su horizonte intelectual, la vocación europea y americana de su escritura, sus lecturas, su interés por las novedades literarias, su afán por experimentar nuevas formas de representar la realidad española y andaluza de su tiempo, su deseo de redescubrir una nueva imagen de su país a nacionales y extranjeros —como habían intentado Estébanez Calderón, Mesonero Romanos o Larra, en sus artículos—, la necesidad de tejer redes de amistad y de poder (desde políticos a periodistas, libreros y editores) que la ayudaran a intervenir con su creación en un mundo donde muy pocas mujeres podían actuar, su valentía al desafiar los límites impuestos a las escritoras y también las fuertes convicciones religiosas y políticas desde las que vio y representó el mundo, con un afán de realismo fotográfico (al daguerrotipo), que no excluía ciertas dosis de idealismo poético, con los que retratar a Andalucía y a España y sus habitantes, a la mejor luz; con plena conciencia de que toda imagen de la realidad implica la actividad creadora de su autor, que comienza en la selección de los materiales y continúa en el modo en que los dispone y la forma con que los da a la luz. Su literatura fue innovadora, rompedora a pesar de las cortapisas morales que se autoimpuso y, por eso, merece que se la lea libre de todo prejuicio. 


Fotografía. Alberto Ramos Santana
Fotografía. Alberto Ramos Santana


                                            Fotografía. Alberto Ramos Santana

Fotografía. Alberto Ramos Santana

Fotografía. Alberto Ramos Santana

Fotografía. Alberto Ramos Santana
Fotografía. Alberto Ramos Santana



Fotografías. Marieta Ramos Cantos

    La exposición se puede visitar de martes a sábado de 9.00 a 21.00 horas y de 9.00 a 15.00 horas los domingos y festivos.


Gracias a todos los que han participado en ella y a los que con su presencia le dan sentido.

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